1. Introducción
La exposición se abre con una obra de Josef Albers (1), que desempeña un papel importante en la transmisión de las nuevas concepciones artísticas a Norteamérica. Antiguo alumno y posteriormente profesor de la Bauhaus antes de la II Guerra Mundial, profesor en el Black Mountain College (Carolina del Norte) y director del Departamento de Diseño de la Universidad de Yale (Connecticut) tras emigrar a Estados Unidos en 1933, Albers influye en varias generaciones de artistas, tanto en Europa como en Norteamérica. En su obra indaga en las relaciones recíprocas entre estructuras de forma y color, que él pone de manifiesto en obras seriadas.
Como introducción a la modernidad clásica en torno a Adolf Hölzel y sus seguidores se ha escenificado un diálogo algo sorprendente entre Otto Meyer-Amden (2) y John M Armleder (3), anunciando así la estructura de la exposición, que sólo en parte se organiza cronológicamente, puesto que, una y otra vez, las obras de los precursores históricos aparecen confrontadas a otras de tiempos más recientes, con el fin de mostrar de manera gráfica la interacción mutua y la orientación formal hacia los precursores (o también, en ocasiones, el comentario irónico de los contemporáneos).