El objetivo de Jeremy Moon, el pintor que lideraba el minimalismo londinense de los años sesenta, era captar un flujo óptico de imágenes intrínsecamente en reposo y al mismo tiempo en movimiento hacia afuera. Durante diez años Moon desarrolló su pintura como un monólogo de imágenes interiores. La obra que se muestra aquí pertenece a la serie de cuadros en Y realizados en 1967, que hacen referencia a los “shaped canvases” (lienzos con forma) del “Hard Edge” americano, cuyos representantes pudieron verse por primera vez en Londres en 1963 y 1965. El cuadro se caracteriza por la orientación dinámica y sígnica de su campo, que penetra en el espacio.