Con anterioridad a las pinturas religiosas de Hölzel (8), apenas podía imaginarse que pudiera haber una senda que condujera a la figuración estereométrica de un Schlemmer, a las formas cromáticas surrealistas de Baumeister o a los cuadros “concretos” de un Graeser, todos ellos alumnos de Hölzel hacia 1910. La clave se halla, por un lado, en las composiciones estrictamente racionales de las figuras de Hölzel y en la reducción de la estructura de los fondos de sus cuadros y, por otro, en la sistematización de su doctrina académica, que se sustenta en teorías del color y en desarrollos de la forma. En Der barmherzige Samariter, Hölzel ha dispuesto los cuerpos formando un triángulo imaginario, y al encerrar por medio de líneas las superficies cromáticas, ha creado un espacio pictórico abstracto. Komposition se cuenta entre las obras tardías de Hölzel, ejecutadas preferentemente con pastel, y constituye un punto de referencia de las tendencias abstractas de la colección DaimlerChrysler.