En la transición del siglo XIX al XX, un grupo de compositores de estéticas diversas tomó el pasado musical como fuente de inspiración, actualizando técnicas, formas o gestos ya perdidos. Esta mirada nostálgica no era una reacción regresiva, sino una perfecta expresión de la multiplicidad creativa del momento. La evocación de Bach y Couperin por parte de Ravel, Hindemith y Britten subyace en el programa de estos conciertos, completados con un recital dedicado al madrigal y al intenso revival que durante el siglo XX tuvo este género típico del siglo XVI. La invocación de la “antigüedad” del Renacimiento y del Barroco en las obras que podrán escucharse en este ciclo moldeó la modernidad musical, trascendiendo así la dicotomía entre pasado y futuro al fundir sus horizontes.